lunes, 27 de noviembre de 2006

Dña. Carmen

Generalmente no suelo tener mucho trato con mis vecinos, más que nada porque casi no paro en mi casa, pero alguna que otra vez coincido con alguno por la escalera o en la puerta y qué menos que dar la hora e intentar ser agradable. Con esto no he tenido ningún problema desde que vivo en mi pequeño rinconcito sevillano.

Ayer estaba en mi casita tomando algo con mis amigos, con nuestra cachimbita, nuestras copitas y nuestra Play2… Cuando escuchamos que suena el timbre de la puerta. Un amigo se levanta y me dice que es la vecina.

Cuando salgo veo que es la hija de mi vecina de al lado, que con mucho nerviosismo y voz temblorosa me comenta que su madre se ha caído y que si la podía ayudar.
Al llegar a la habitación de esta mujer me la encuentro tirada en el suelo con una herida en el pómulo y otra en el tobillo. Unos rasguños más que nada pero que en una mujer de unos ochenta años puede ser más jodido, y encima la hija no paraba de decir que su madre no puede sangrar.
Levanto a la mujer y la tiendo en la cama. La hija mientras tanto y siempre muy muy nerviosa, no sabe lo que hacer por lo que le indico que llame a la ambulancia y que me traiga unas gasitas con agua oxigenada para limpiarle las heridas.
A la hija la tuve que mandar fuera de la habitación porque me estaba poniendo nervioso hasta a mi. Me quedé curando y hablando con la mujer los quince minutos que tardó la ambulancia en llegar… Podía ver el miedo en sus ojos, pero le cogí la mano y la tranquilicé como buenamente sé hacerlo; haciéndole olvidarse de porqué estaba en esa situación y riéndome con ella.
La señora no me soltó la mano hasta que vino la ambulancia, y me apretaba cada vez que yo le hablaba. Me miraba fijamente a los ojos y no hacía falta que dijera nada porque yo la veía con la mirada tranquila hablando conmigo.

Fue una experiencia bastante dura porque a mi todo esto no me gusta nada… He visto demasiadas cosas y a demasiada gente al borde de la muerte y no me gusta pasar por esto, pero bajo el sentido común y la situación en la que me encontré no me quise apartar de aquella señora porque sabía que eso era lo que ella quería.

“Espero que esté usted mejor Dña. Carmen. Desde aquí le mando la mejor de mis vibraciones para que usted se ponga mejor… Pero recuerde lo que le dije en todo aquel tiempo que estuvimos juntos… Y no se acuerde de ello sólo cuando se encuentre mal…” ;)
Escuchando: The Great Beyond - REM

7 comentarios:

*Laura* dijo...

Uffff, me has dejao sin palabras, la verdad, mi abue el viernes se cayó por las escaleras tambien y la pobre tenía ayer las piernas moraitas, llegan a una edad que se vuelven mu torpes, pero bueno, a nosotros tambien nos llegará.
Doña Carmen tubo mucha suerte de tener un vecino así. ;)

*Angulin* dijo...

Bueno, supongo que cualquiera hubiera hecho lo mismo en mi lugar... ;)

Anónimo dijo...

Joé, ¡vaya experiencia!...Supongo que las personas que trabajan de ats o de médicos estarán más que acostumbradas a estas situaciones, pero a mi me dejaría muy hecha polvo que una persona estuviera "chunguilla" o a punto de morir a mi lado. Pero supongo, que como tú, intentaría hacerselo pasar más ameno y apoyarla. Es lo que me gustaría que hicieran por mi, que no me dejaran sola ...

Patricia 333 dijo...

pero le cogí la mano y la tranquilicé como buenamente sé hacerlo; haciéndole olvidarse de porqué estaba en esa situación y riéndome con ella.


Eres un ANGEL :)

Besos desde Mexico

*Angulin* dijo...

BETH: Yo seré como seré, pero no puedo ver a una persona así y no hacer lo que me dicta su mirada.

Patricia333: Estoy seguro que tú en mi lugar hubieras hecho lo mismo... Y eso nos convierte a los dos en angelitos ;)

Pinxito dijo...

Eiiiiii... The Great Beyond es una de mis canciones favoritas de REM... bueno, teniendo en cuenta que REM es mi grupo favorito, hay varias canciones favoritas en ellos... Total, que esta está entre las 5 primeras jeje.

Así me gusta, que seas un ejemplo y un "orgullo para tu raza" (Woody Allen dixit). La verdad es que ante situaciones así lo primordial es mantener la calma lo más probable es que transmitas esa calma a la persona que tienes al lado.

Saludines mañaneros!

isterica dijo...

un par de veces un desconocido me ha ayudado apretando mi mano y sintiendo su mano caliente sobre la mía. Una vez fue un vecino que no conocía y otra vez una enfermera. No podeis imaginar cuanto bien me hicieron solo por ese gesto.
Por cierto, bonito nombre el de tu vecina ;-)